Coches de lujo, dietas, marisco y viajes con cargo a la Seguridad Social
Empleo reclama a Fremap que devuelva 43 millones de dinero público gastados indebidamente
La mutua, que no tiene ánimo de lucro, recurre en los tribunales para rebajar esas cantidades
MANUEL V. GÓMEZ / RAFAEL MÉNDEZ Madrid
14 JUN 2014 - 00:05 CET
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EL PAÍS
La Seguridad Social reclama a la mutua de accidentes Fremap que devuelva 43,2 millones de euros de dinero público que entre 2006 y 2011 gastó indebidamente, según auditorías de la Intervención General de la Seguridad Social de esos años. En esas auditorías y en documentación interna de la mutua a la que ha tenido acceso este periódico hay gastos en dietas, viajes para la junta directiva y sus parejas, BMW y otros coches de lujo para los directivos, marisco, además de pagos a colaboradores comerciales para captar nuevos mutualistas, algo prohibido por ley. Este último concepto es el más voluminoso: 24,2 millones.
La mutua —organización sin ánimo de lucro que en 2012 gestionó 2.300 millones de cotizaciones— ha recurrido a la Audiencia Nacional las decisiones del Ministerio de Empleo sobre las cuentas de 2006, 2007 y 2008. Para las de 2009, 2010 y 2011 todavía cabe la vía de reclamaciones y alegaciones ante la Seguridad Social. La mutua confía en que los tribunales bajen la cantidad que les reclama y sus responsables sostienen que Fremap sufre una persecución que comenzó con el Gobierno del PSOE.
Las mutuas están tuteladas por Empleo y las audita la Intervención de la Seguridad Social, que les reclama que devuelvan dinero cuando detecta gastos no asumibles para el Estado, un proceso que puede alargarse siete u ocho años. Son asociaciones de empresarios que básicamente gestionan cotizaciones a la Seguridad Social para atender, sobre todo, accidentes y bajas laborales.
La cúpula directiva de Fremap está presidida desde hace nueve años por Mariano de Diego, un ganadero salmantino experto en vacas charolesas que es presidente de la patronal de mutuas. Entre los 16 vocales están José de la Cavada, ex director de Relaciones Laborales de la CEOE, de la que fue despedido en febrero pasado, meses después de afirmar que los permisos de cuatro días cuando fallece un familiar cercano no tienen sentido en la actualidad “porque los viajes no se hacen en diligencia”. También pertenece a ella Pedro Barato, presidente del sindicato agrario Asaja y de la Federación Española de Autónomos, integrada en la CEOE, o el consejero de Presidencia de Madrid, Salvador Victoria (desde 1999 hay un miembro del Gobierno madrileño). También hay un representante de los trabajadores (es de UGT), como marca la norma. Formalmente la directiva la eligen las 392.846 empresas asociadas con el visto bueno del Gobierno. En la práctica, son seleccionados a propuesta de la propia Junta Directiva.
La Intervención destapa las partidas en la organización sin ánimo de lucro
La Junta Directiva no puede tener sueldo, pero sí recibe dietas. En marzo de 2010, Fremap aprobó que la dieta por asistir a una junta directiva sería de 2.000 euros, más 600 por desplazamiento si se celebraba fuera de Madrid. La reunión se celebró un mes después de que el Ejecutivo dictara una orden que limitaba a 800 euros el dinero a percibir por reunión de junta directiva o de la comisión de prestaciones especiales. Las dietas aprobadas oscilaban entre 2.000 y 360 euros para siete órganos de Gobierno, cuando solo hay dos autorizados para cobrar estos pagos.
Mariano de Diego recibe abiertamente en el cuidado edificio de Fremap en Majadahonda (a 20 kilómetros de Madrid). Está en medio de un pinar y el presidente aparece a la entrevista con el gerente y la interventora que fichó de la Administración en 2009 para controlar las cuentas. Reciben en una sala con una mullida alfombra, alrededor de una mesa de madera. “Los ajustes [las reclamaciones de la Seguridad Social] son de una discrecionalidad sumamente grande”, sostiene. Él cree que la Intervención se ceba con Fremap por ser la mayor y por una orden que comenzó con el Gobierno del PSOE: “Soy del campo pero no soy gilipollas”. De Diego no critica las dietas de 2.000 euros. “He llegado a esta casa y me he encontrado una dieta que se estaba cobrando de toda la vida. Dijeron que había que bajarla, se bajó y sanseacabó”. Meses después de la aprobación por la junta, las dietas se ajustaron a los 800 euros y según Fremap devolvieron el exceso.
Las reclamaciones de la Seguridad Social por retribuciones excesivas percibidas en “asistencia a órganos de gobierno” se repiten en las auditorías: en 2007 reclama 284.642 euros, el año siguiente 328.741 euros, en 2009 baja hasta 152.200 euros, en 2010 son 18.000 euros y en 2011 la reclamación es de 21.469 euros.
El representante de los trabajadores afirma que la dieta que percibe desde noviembre de 2010 la cobra la federación sindical.
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Mariano de Diego, presidente de Fremap. / AMAT
Las dietas se redujeron en 2010, con la orden ministerial, pero los viajes siguen. Cada año Fremap realiza la conocida como “junta directiva itinerante” por España. Dura un fin de semana largo e incluye acompañantes y un completo plan de actividades para una reunión de dos horas. El gerente admite que se pagan con cuotas de la Seguridad Social.
En 2010 la Junta Directiva anual se celebró en el Parador Nacional de Santo Domingo de la Calzada, según el programa del viaje al que ha tenido acceso este diario. Comenzó el viernes con una visita a las bodegas Muga y concluyó el domingo con una comida en el restaurante Echaurren.
Allí acudió el entonces consejero de Presidencia de Madrid, Antonio Beteta, hoy secretario de Estado de Administraciones Públicas y encargado en 2012 de recortar la paga extra a los funcionarios. Un portavoz de Beteta dice que siempre devolvió las dietas.
En octubre de 2013, la junta se celebró en Santiago de Compostela. Entre la llegada, un viernes por la mañana, y la vuelta, el domingo a las cinco de la tarde en avión, hubo una reunión de junta de dos horas y una visita a una empresa asociada. Pero la mayor parte del tiempo lo ocupó el ocio: comida en el Pazo de San Lorenzo, cena en la marisquería Carretas, paseo por el Pazo Quinteiro da Cruz —amenizado por gaiteros—, cata de albariño, comida en el restaurante Solla, visita al monasterio de Poio, cena en el Parador, visita a la catedral de Santiago y comida en el hotel de la cadena Relaix&Chateuax. A la comida con los trabajadores acudieron entre 50 y 70 personas, según el gerente.
El presidente de Fremap critica “la discrecionalidad” de las reclamaciones
El consejero Salvador Victoria afirma que solo fue el sábado, cuando se celebró la junta, según una portavoz, que añade que nunca ha cobrado dietas.
De la Cavada, que no fue a esas juntas los dos años anteriores, sí acudió a Santiago, aunque sin acompañante. “Me gustaría que las juntas itinerantes fueran algo más modesto. Para estimular la actividad de la mutua una región no hace falta eso”, afirmó ayer.
El presidente defiende que esas juntas son útiles por visitar a los empleados y animarlos: “Le tenemos que dar moral. ¿Qué le dices a un padre o una madre de familia donde le has quitado la paga extraordinaria y no son funcionarios? Les anima que vayamos. Les decimos que estamos luchando para que esto no suceda”.
A la entrada de Fremap hay cuatro Audi A6 aparcados. En la auditoría sobre las cuentas de Fremap de 2008 figura la contratación de automóviles para los directivos. Revela que “tenía suscritos con Mapfre Renting 34 contratos de arrendamiento financiero para sus directivos (23 BMW, tres Volvo, cinco Audi, un Mercedes, un Lexus y un Saab) por los que se abonaban mensualmente hasta el 30 de junio de 2008 la cantidad de 41.796 euros. Entonces, Fremap pone los coches a nombres de los directivos y a cambio les paga un “plus de jefatura” para “compensar a los referidos directivos del coste económico del renting”. Ese año gastó en ese plus 586.446 euros. La Seguridad Social no presentó ninguna reclamación por el gasto en coches.
La mayor mutua de accidentes laborales gestiona al año 2.300 millones públicos
En 2012, Fremap publicó en el BOE un nuevo contrato por el que los directivos pasan a llevar un Opel Insignia (contrató 27), en vez de BMW, y cuatro Audi A6, los que el pasado jueves estaban a las puertas de la mutua. Ese año, el Ejecutivo anunciaba el recorte del parque público de vehículos.
El gerente de Fremap, Josu Esarte, no revela su sueldo, aunque según la auditoría de 2011 ese año cobró 199.000 euros por contrato más 46.221 euros en retribución variable, gastos de representación, retribuciones en especie y póliza de pensiones. Esarte no comprende el interés en preguntar por la flota de la mutua aunque sí admite que él tiene asignada una de las berlinas que hay en la puerta. “Se lo merece”, tercia De Diego, como los directores territoriales: “Tienen que viajar y no les puedes martirizar más”.
El mayor ajuste corresponde a los 24,2 millones que Fremap destinó a colaboradores entre 2006 y 2011. Por ley, las mutuas no pueden realizar actividad comercial. Aun así, a veces la llevan a cabo pero la Seguridad Social les reclama la devolución si detecta el pago a comerciales.
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